Entrevista para Ekintza Zuzena

1) Haced una breve historia de vuestro proyecto, mencionando cuál esvuestra filosofía y los objetivos que perseguís.

La Biblioteca Social Hermanos Quero es un proyecto que nace en la ciudad de Granada hace unos cinco años. Tuvo un proceso de gestación bastante largo –un año y medio-, en el cual fuimos preparando el terreno: juntar libros y buscar medios de financiación, y sobre todo discutir las directrices básicas del proyecto. La fase de preparación ha sido clave para la estabilidad y duración del proyecto, que se planteó desde el principio como un trabajo a largo plazo.

El momento que se vivía en la ciudad por entonces es crucial para entender las características de la biblioteca. Entre los años 2000 y 2001 Granada sufrió una descomposición acelerada de todos (o casi todos) los colectivos sociales que habían estado activos los años anteriores.  Esta especie de “desertización social” nos llevó a plantearnos algunas preguntas: ¿Qué ha pasado aquí? ¿Cómo se conforman los colectivos? ¿De dónde surge esa incapacidad para perdurar en el tiempo y conseguir una acumulación de experiencia colectiva? ¿Qué cosas son las que en realidad organizan a las comunidades en lucha? ¿Existen estas comunidades, realmente? ¿Cuáles son sus deficiencias? ¿Existe un patrón de comportamiento común más allá de las diferencias ideológicas? Y por supuesto, esto traía de la mano otras preguntas ¿Qué hacer, como colaborar para solventar los vacíos y vicios que se reproducen?

En base a todas estas preguntas (por supuesto, aun siguen ahí para ser debatidas, no tenemos respuestas para todo), fuimos sacando nuestras conclusiones. Por ejemplo, vimos que el aspecto lúdico (conciertos, fiestas, actividades “culturales” de toda índole, etc.) que marcaba la actividad de gran parte de los colectivos fagocitaba de manera preocupante las posibilidades trasformadoras de las luchas que éstos intentaban llevar a cabo. Muchas veces, la fiesta y el componente estético se convertían en  ejes organizadores, en lugar del debate y la estrategia. Otra cosa que sentimos como negativa, es que las ideas que suelen circular en estos medios, en lugar de convertirse en herramientas que enriquecen y dotan de calidad a las luchas, se convierten en poses estéticas y en antifaces que nublan la realidad, en lugar de ayudar a dilucidarla. En este sentido, sentíamos la carencia de herramientas para la formación, tanto para nosotros mismos como para el entorno más cercano.

La biblioteca es un modesto intento por superar estas deficiencias. Por ejemplo, Hemos intentado deshacernos de toda carga estética e ideológica (entendiendo por ideología un cuerpo de pensamiento rígido e identitario). Hemos buscado otros medios de financiación diferentes a los habituales en este tipo de locales (fiestas y conciertos, venta de alcohol o merchandising), intentando no reproducir las dinámicas negativas que traen consigo. En la biblioteca están ausentes las actividades «lúdico-festivas», intentamos que las actividades que se llevan a cabo tengan siempre un componente político, que lleven a la reflexión y al debate, y que enriquezcan el entendimiento de los procesos sociales y de las luchas que se llevan a cabo.

Nuestra idea básica es la de abrir un espacio en el que, a través de la formación, la reflexión y el debate, se articule y difunda una crítica radical y generalizada hacia los mecanismos de dominio, y que sirva, al mismo tiempo, como lugar de encuentro y organización para su puesta en práctica. Si bien no somos un «colectivo» en el sentido tradicional -no tenemos un programa político, ni suscribimos ninguna ideología determinada-, nos sentimos parte de la tradición de las luchas antiautoritarias y anticapitalistas.

Para esto, nos dotamos de una serie de herramientas: además del espacio que se utiliza para diversas actividades (charlas, debates, infraestructura para colectivos, etc.) tenemos una biblioteca con más de 2.500 títulos orientada particularmente a temáticas sociales y políticas, un archivo/centro de documentación que pretende recoger el material escrito y gráfico (panfletos, carteles, folletos…) publicado en el transcurso de las luchas sociales en diversos lugares, y especialmente en Granada, y una pequeña librería/distribuidora para que la gente pueda acceder a ciertos títulos y editoriales alternativas que consideramos de interés.

Esta es nuestra historia y nuestros objetivos. Y nuestra pequeña aportación para ayudar a construir las herramientas necesarias para -otra vez más- asaltar los cielos. Queremos contribuir así a lo que a veces hemos llamado la “reconstrucción del proyecto revolucionario”. En cuanto a los hermanos Quero, que dan nombre al proyecto, fueron unos resistentes antifranquistas de la ciudad de Granada, míticos por su audacia y por las complicaciones que crearon al régimen. A pesar de no ser gente politizada, la represión fascista les golpeó de tal manera que optaron por echarse al monte antes que agachar la cabeza, hasta encontrar la muerte en sucesivos enfrentamientos con las autoridades. Es una historia muy trágica que ha sido silenciada, y de la cual todavía hay gente que tiene miedo de hablar. Así que nos pusimos ese nombre en homenaje a ellos y también como símbolo de ruptura con el silencio y el olvido.

 

2) ¿Cómo valoráis vuestra trayectoria hasta la actualidad?

Recientemente, mantuvimos un proceso de debate con ocasión del cambio de local, durante el cual nos propusimos hacer balance de los cinco años transcurridos desde la apertura hasta el traslado. Aunque mantenemos diferentes visiones al respecto, coincidimos básicamente en que se han cumplido gran parte de las expectativas y objetivos que nos marcamos al iniciar el proyecto (consolidar un espacio que sirviera de infraestructura para diferentes iniciativas políticas, contribuir a la formación en el ámbito de estas iniciativas…).

 

Las mayores dificultades se han encontrado en ciertos momentos en las relaciones con otros grupos, personas o proyectos, especialmente en las primeras etapas de andadura, bien por incomprensión, desconfianza, u otros motivos. Se han dado equivocaciones propias y ajenas.

 

3) ¿Cuál es vuestra forma de organización?

 

El local lo gestiona una asamblea cerrada, ya que no estamos aquí para hacer proselitismo ni sumar adeptos. Esto es y ha sido muy importante para lograr prolongarse en el tiempo y dotar de estabilidad al proyecto. Hemos observado que la circulación continua de gente que se produce en las asambleas abiertas se convierte por lo general en un obstáculo, ya que el recambio continuo de gente implica también partir continuamente de cero. Aún así, que la asamblea sea cerrada no significa que sea hermética: en el transcurso de estos años, han colaborado y han formado parte del proyecto diversas personas. Además, a esta asamblea asisten las personas que en cada momento quieren proponer la realización de una actividad en el local.

Además, la asamblea de gestión está separada en «comisiones», cada una de las cuales organiza  las diferentes partes del proyecto: biblioteca/archivo y librería, principalmente. En estos grupos de trabajo, hay diversas personas que colaboran sin formar parte de la asamblea de gestión, ya sea cubriendo turnos de apertura, organizando la biblioteca, o ayudando a mover el material de la librería. Los grupos tienen cierta autonomía y margen de trabajo, aunque nos reunimos periódicamente todos juntos para resolver cuestiones que afectan al conjunto y no perder la perspectiva común.

 

Aparte de todo esto existen colectivos que hacen uso del espacio para sus reuniones, y personas o grupos que lo aprovechan para realizar actos públicos como charlas o proyecciones. La gente que simpatiza con este proyecto y sus objetivos se asocia al mismo mediante una cuota semestral que nos ayuda a ir tirando con los gastos. Estos socios pueden llevarse en préstamo libros de la biblioteca, hacer uso de ciertos materiales como los ordenadores… pero no queremos que se entienda como una prestación de servicios por nuestra parte, sino como una forma de apoyo consciente a una infraestructura colectiva, necesaria para potenciar la lucha. Descartamos por completo la opción de pedir subvenciones del Estado, de manera abierta o encubierta, porque generan una dependencia que supondría la pérdida total de nuestra autonomía. Los revolucionarios debemos contar únicamente con nuestros propios medios.

 

En el día a día abrimos las puertas cinco días a la semana y la gente se va pasando, se van realizando actividades…

 

4) Se podría decir que estos espacios nacen desde lo que se podríadenominar la “lucha cultural”. Sin embargo vivimos en un periodo en que la cultura parece haberse convertido en un nuevo “opio del pueblo” ¿Cuál es para vosotros el contenido de esta “lucha cultural” y cómo os situáis endicho terreno?

Hoy, hablar de «cultura” es hablar de mercancía. Por eso no nos identificamos con la noción de “lucha cultural” que proponéis, ni consideramos estar realizando ninguna clase de “trabajo cultural”. En los tiempos que corren, la gestión y la oferta de ocio y cultura, “alternativa” o no, es uno de los recursos más valiosos con los que puede contar una ciudad para competir en el mercado, habida cuenta de que hoy toda ciudad es una ciudad-empresa. Granada no es una excepción. La cultura, ya sea la “oficial” o la más “alternativa” tiene como finalidad el consumidor. La cultura se consume como cualquier otra mercancía, ya sea para el “enriquecimiento” personal (sentirse más culto), o para sentirse parte de algún tipo de subcultura (estudiante de filosofía debe conocer a Foucault para ser cool).

 

Esta postura nuestra no debe confundirse con una forma de “anti-intelectualismo”. Ya hemos dicho que la formación es el eje de nuestro trabajo. Para aclarar la cuestión, estableceremos aquí una diferencia entre “cultura” y “pensamiento”. El pensamiento tiene para nosotros otro interés muy diferente al de la cultura mercantilizada: Las ideas, el conocimiento, son herramientas para transformar la realidad. Entender la realidad, con todos sus matices y complejidades, nos ayuda a dinamitarla mejor. El pensamiento es una herramienta que ponemos y creamos en común, es una conquista colectiva. Este es el tipo de cultura que a nosotros nos interesa promover y afianzar. No producimos discursos (esto es cosa de técnicos y especialistas), sino que conquistamos  colectivamente  espacios de pensamiento.

 

Otra cosa para nosotros muy importante es el trabajo de recuperación de la memoria histórica de las luchas, conocer el hilo rojo de la historia omitido y escondido. Este hilo es insurgente, y no tiene nada que ver con la oferta y la demanda cultural. Quisiéramos aclarar que abrimos esta línea de trabajo años antes de que tuviera lugar esa operación de la política institucional por la cual la “memoria histórica” se ha convertido en una nueva mercancía cultural e ideológica, y que la seguiremos manteniendo más allá de las modas mediáticas.

 

5) ¿Qué criterios de selección tenéis respecto al material que ofrecéis?

 

Entre el material disponible en el local, hay que distinguir entre el que se encuentra para consulta y préstamo en la biblioteca y archivo, y el que está para la venta en la distribuidora/librería. Los criterios para la inclusión de libros en la biblioteca son relativamente amplios, siempre que encajen en los campos temáticos que nos interesan y cuenten con un mínimo de calidad. Una singularidad de la biblioteca es que es la única, al menos en Granada, en la que está representada la edición «alternativa”, “antagonista” o como queramos llamarla.  Sin embargo, en lo referente a la distribución de libros y publicaciones tratamos de seleccionar títulos que se sitúan en los parámetros políticos del conjunto del proyecto (el pensamiento y la acción antiautoritaria y anticapitalista); si bien es cierto que el criterio para seleccionar el material a la venta continúa siendo un debate abierto de manera permanente, debido a las diferentes preferencias y sensibilidades políticas entre los componentes del proyecto. Sin perder de vista estos criterios, últimamente nos planteamos estructurar la distribuidora-librería sobre líneas temáticas (como literatura, historia de las luchas sociales, género, etc).

Queremos destacar que no distribuimos aquellos materiales que a nuestro juicio refuerzan el encasillamiento estético: música, ropa, chapas y merchandising diverso.

 

6) ¿Os dirigís preferentemente a algún sector social?

¿Os referís a si creemos que haya un sujeto social central desde el cual puedan entenderse todos los mecanismos de dominio, y que éste sujeto encarne todas las posibilidades de subversión, al estilo del proletariado industrial? No creemos en dicha centralidad como para volcarnos  explícitamente en un sector social determinado. Los frentes de batalla son muchos, y muy diferentes, con personas y culturas muy distintas. De todas formas, no somos un grupo que haga proselitismo, y en este sentido no tenemos alguien concreto a quien dirigirnos. Simplemente trabajamos en la dirección que a nosotros  nos parece más interesante, e intentamos avanzar en ese camino, afianzando lazos con proyectos y personas afines. El proyecto no está pensado para tener una fuerte proyección social, sino como punto de apoyo a personas y colectivos que ya están organizados o interesados en ciertas cuestiones. No por eso deja de estar abierto al público, y siempre es bienvenida la gente que no tiene relación con círculos activistas o politizados. El rehuir toda carga estética ha facilitado que se acerquen muchas personas ajenas a esos círculos, por curiosidad o a preguntar por diversos temas. Al margen de estas consideraciones, nuestro entorno social se compone principalmente de estudiantes y trabajadores precarios, si bien la barrera entre ambas figuras es cada vez más difusa y tiende a la desaparición.

 

7) ¿Cómo valoráis desde vuestra realidad el impacto de nuevas formas deacceso cultural como Internet, así como la cuestión de la mercantilizacióny el consumismo aplicado a la producción y el consumo cultural?

Sobre la cultura mercantilizada ya comentamos algo más arriba. Cuando nos preguntáis sobre el impacto de Internet suponemos que os referís a su impacto sobre las luchas sociales y los círculos anticapitalistas… Entre nosotros hay posiciones diversas, pero podrían resumirse en una opinión mayoritariamente negativa, dentro de la cual se darían distintos grados de crítica o rechazo. También hay que aclarar que Internet no es un fenómeno aislado que se pueda valorar por sí solo, sino que forma parte de un entramado tecnológico mucho más amplio del que también nos sentimos enemigos, y que entra en relación directa con la reestructuración capitalista que se ha vivido en las últimas décadas, y que ha destruido todos los lazos de solidaridad preexistentes.

 

Creemos Internet ofrece determinadas ventajas inmediatas, pero que su impacto a largo plazo es negativo. No favorece tanto el movimiento de las ideas como el de las mercancías. Ofrece pequeñas ventajas tácticas, pero impone una enorme desventaja estratégica. Proporciona una cantidad de información mucho mayor de la que se puede asimilar, pero lo hace además de una forma completamente anómica y desestructurada, lo que termina favoreciendo un pensamiento igualmente anómico y desestructurado. Internet permite la comunicación instantánea, pero aniquila las relaciones y el conocimiento directos, incluso en la escala local de una ciudad pequeña como la nuestra. El «tiempo real» de las comunicaciones no hace sino destruir el tiempo, el plazo necesario para la reflexión.

 

Esa “comunidad política” de Internet con la que algunos se llenan la boca es despreciable por muchas razones, entre otras por basarse en el anonimato y en apariencias de imposible verificación. Además, hemos verificado el efecto multiplicador que tiene Internet sobre cualquier conflicto, provocación, disputa, malentendido… ya que facilita como ningún otro medio esconderse en el anonimato, tirar la piedra y esconder la mano u opinar sin necesidad de hacerse responsable de las propias opiniones. Por último, internet crea un universo político virtual en el cual se diluye la verdadera medida de las cosas: se puede tener una presencia apabullante en la red sin ser nada en la práctica.

Por todo ello pensamos que Internet ha deteriorado enormemente el “terreno de juego”. Esta opinión nos ha valido frecuentes desencuentros con la gente que ve en Internet un potencial emancipatorio.

 

De todas formas es un debate abierto y demasiado complejo para ventilarlo aquí. Es una realidad que está ahí y tampoco tiene sentido eludirla. Nosotros hemos optado por una presencia testimonial con nuestra página web, ya que hay que echar mano de lo que se pueda y no queremos desaprovechar esas mínimas ventajas tácticas de las que hablábamos, pues no por rechazarlas va a desaparecer la desventaja estratégica.

 

8) Algunos de estos espacios funcionan con personas liberadas y otros no. En vuestro caso cuál es la opción, porqué y qué ventajas o condicionamientos veis al respecto.

 

Nunca hemos pretendido tener liberados, aparte el hecho de que la economía de nuestro proyecto –al menos en este estadio- no lo permitiría. La necesidad de liberados viene cuando se ha llegado a un grado de especialización que no nos interesa. En este sentido, preferimos tener un espacio más modesto, y avanzar con las energías con las que contamos sin ningún tipo de interés añadido. Esto, obviamente, hace que el trabajo sea más árido y que por momentos (sobre todo dependiendo del tiempo que nos deje el trabajo asalariado) tengamos menos energías.

 

No creemos que la presencia de un liberado o dos baste para “condenar” a un colectivo, pero tenemos muy claro que la extensión de esta figura es negativa porque tiende a la creación de un cuerpo separado de especialistas, con intereses netamente diferenciados al del resto de compañeros por cuanto viven de la organización. A nuestro alrededor hay demasiados ejemplos, pero la historia también brinda numerosos ejemplos de organizaciones y movimientos, grandes y pequeños, que se han desenvuelto perfectamente sin liberados.